En Ticlio Chico, la falta de agua obliga a las familias a ducharse una vez a la semana con un baldecito, mientras el calor y la humedad azotan.Lima se vio afectada esta semana por una persistente lluvia de verano, acompañada de altos niveles de humedad que generaron incomodidad en diversos distritos de la capital. Mientras algunos limeños, en los sectores más acomodados, recurren a helados, ventiladores y aire acondicionado para apaciguar las intensas temperaturas, miles de ciudadanos en la periferia luchan por sobrevivir sin los servicios básicos, como agua y electricidad, en un panorama de calor insoportable.
En los barrios más altos y marginados de la ciudad, la situación es radicalmente diferente. En distritos como Villa María del Triunfo y el asentamiento humano San Gabriel Arcángel, conocido como Ticlio Chico, los pobladores enfrentan una dura realidad: el agua y la electricidad son artículos de lujo. Sin recursos para combatir las altas temperaturas, estas familias deben ingeniárselas para sobrevivir.
Sindy Cueto, presidenta de la olla común Padre Germán, explica que, en pleno verano, el agua es esencial para la higiene, la comida y hasta para la vida diaria. Sin embargo, en su comunidad, esta es escasa y costosa. «Sin agua, no hacemos nada», asegura Cueto, mientras organiza la distribución de alimentos para 35 familias.